Las especies de cogollo, helechos, Bromeliáceas, violetas africanas, etc., se riegan mejor “por abajo”, es decir poniéndolas sobre un plato con agua durante unos minutos. El líquido entra lentamente al sustrato, como la tinta en un papel secante, y se evita la pudrición de hojas y tallos basales.
Cuando te marches de vacaciones, coloca tus plantas en la bañera sobre periódicos, toallas o esponjas y rellena con unos pocos centímetros de agua. La humedad entrará poco a poco en las macetas a través de los agujeros del fondo y mantendrá el suelo húmedo.
Usa un fertilizante líquido universal comprado en un vivero o en una floristería. Sigue las instrucciones del envase. La mayoría de las plantas sólo debe fertilizarse durante los meses de verano.
También encontrarás en tu tienda abonos especiales para especies de flor, plantas con hojas verdes, geranios, bonsáis, etc.
Según cada producto, podrás aplicar el fertilizante en las raíces, junto al agua de riego, o a las hojas con un pulverizador.
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