Pero las actividades jardineras no se limitan en abril, ni mucho menos, a eliminar hierbajos. Es tiempo de siembras, y si quiere unos excelentes productos de huerta, ahora debe hacer los semilleros, para pasar las plántulas nacidas en ellos dentro de un mes al terreno definitivo.
También es el momento de sembrar las anuales de flor y plantar las bulbosas de verano. Dentro del primer apartado, debes actuar con las petunias, claveles chinos, banderillas, verbenas y alegrías de la casa. En cambio, tratándose de las bulbosas dalias, begonias tuberosas, azucenas, gladiolos, cañas de las Indias o calas, podrás instalar sus cebollitas y tubérculos directamente en el terreno.
Si te das una vuelta por su centro de jardinería encontrarás tiestos llenos de flores con lilos (Syringa vulgaris), tulipanes (Tulipa hibrida), y rosales, gitanillas, ranúnculos, begonias, cóleos, gazanias, felicias…, que te pedirán que los eches a tu carrito de compra para plantar en el jardín y embellecerlo.
De todos modos, ten mucho cuidado en este mes, porque si es el maravilloso momento de escuchar los más bellos trinos de los pájaros cantores, también es la época de la aparición de las temibles heladas tardías, esas que dan al traste con nuestras ilusiones de grandes cosechas, por ejemplo de ciruelas o cerezas; flores, sobre todo de todas las especies de geranios; y ejemplares completos, como jazmines, acalifas, abutilones o daturas, entre otros muchos. No conviene en ningún caso acelerar las plantaciones, porque las plantas crecen espectacularmente cuando no han padecido reveses, como los causados por una temperatura baja con su actividad iniciada.
Cuántos hortelanos ponen sus tomates en abril y tienen que observar impotentes como los de su vecino, puestos en mayo, alcanzan tamaños y producciones muy superiores.
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