La expresión ‘flores silvestres’ sugiere inmediatamente la imagen de un campo o una pradera cubierta de una plétora de colores, una impresión que se debe a la aleatoria abundancia de flores y hierbas; no hay nada formal en su disposición, sino que son plantas que crecen en los lugares donde se dan mejor.
Para recrear ese vergel en un jardín hace falta un terreno apartado donde puedan sembrarse las plantas a voleo y dejar que crezcan de forma natural, sin que tengan que competir con otras plantas ornamentales del jardín.
Si eso no es posible, una alternativa es elegir plantas que complementen otros elementos del jardín: utilízalas para aportar colorido a un jardín de rocalla, a un macizo de plantas culinarias, o para crear un parterre informal de flores.
En muchos establecimientos de jardinería disponen de una sección especial dedicada a las flores silvestres, tanto anuales como perennes. Tampoco resulta complicado cultivarlas uno mismo, propagando las plantas perennes mediante esquejes o división de las raíces, ya las anuales a partir de las simientes.
La mayoría de las flores silvestres prosperan mejor en suelos bien drenados, en condiciones secas y de calor.
Es esencial disponer de un terreno abierto y soleado. La tierra debe ser suelta, haber sido roturada a fondo y que drene bien, pero no demasiado fértil, de modo que sea parco con los fertilizantes.
Entre las plantas que mejor prosperan, para recrear una pradera de flores silvestres son:
Cuernecillo Lotus corniculatus |
|
Aciano Centaurea cyanus |
|
Perifollo borde Anthriscus sylvestris |
|
Centaura mayor y centaura negra Centaurea scabiosa, C. nigra |
|
Malva común Malva sylvestris |
|
Amapola Papaver rhoeas |
|
Geranio de prado Geranium pratense |
|
Malva Malva moschata |
No hay comentarios aún
Puedes ser el primero!
Deja un comentario.