La mayoría de este tipo de plantas de aspecto redondeado son arbustos pequeños y perennes que no necesitan poda para mantenerse redondeadas, sin embargo hay otras que necesitan de podas para mantenerlas de una forma redondeada, que para ello requieren un buen manejo de las herramientas de corte y tener cierta idea para darles esta caprichosa forma.
- De forma natural, las lavandas (Lavandula sp.), las santolinas (Santolina chamaecyparissus) o el teucrio (Teucrium fruticans) poseen un aspecto redondeado y denso que con unos mínimos cuidados se mantendrán siempre redondeadas. Para ello requieren podarlas dos veces al año, para que no se vuelvan leñosas, una a finales de invierno y en otoño. Todas ellas necesitan lugares soleados y expuestos del jardín, pues esta forma redondeada es autóctona de climas templados.
- Otras plantas que se les puede dar el efecto redondeado, pero con más mantenimiento son, el boj (Buxus sempervirens) la genista (Genista sp.), el ciprés de lawson (Chamaecyparis lawsoniana), el durillo (Viburnum tinus) y la tuya occidental (Thuja occidentalis). Todas estas plantas pueden recortarse para lograr una forma compacta anualmente (a principios de la primavera) o dos veces al año (finales de invierno y en otoño) pero no dudes en podarlas más a menudo, conforme se vayan deformando.
La poda se realiza mediante unas tijeras bien afiladas cortando todo aquello que sobresalga de la forma redondeada, procurando retirar las ramas cortadas en las que podrían desarrollarse parásitos. También puedes emplear las ramas cortadas de las aromáticas para secarlas y aprovecharlas para emplearlos en la cocina o las ramas leñosas de los arbustos ornamentales para hacer esquejes.
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