Una nueva zona en el jardín supone un nuevo sector del sistema de riego, si deseas evitarte faena a la hora de regar. Nosotros te aconsejamos que, para mayor rapidez y menos esfuerzo, recurras a las buenas mangueras flexibles reforzadas, aunque en el mercado encontrarás distintos elementos perfectos para establecer un sistema de riego.
Excava la zanja. Arranca los tepes de césped por donde deba discurrir la tubería de agua o aparta la grava, y cava una zanja que no tiene por qué ser muy profunda. Con 20 cm de profundidad bastará. Introduce en la zanja la tubería de conducción de agua.
Montar los difusores. Intercala en la manguera, a las distancias adecuadas, que en el caso de los difusores de la fotografía es cuatro metros, los aparatos de riego, que pueden ser sectoriales o de círculo completo.
Llenar la zanja con sustrato. Tapa los tubos con la tierra extraída de las zanjas. Procura que no caigan piedras o cantos procedentes de escombros junto a la manguera, porque a la larga podrían dañarla.
Tapar con los tepes o la grava extraída. Por último, vuelve a colocar los tepes extraídos sobre el terreno que ocupa la zanja. Recórtalos a medida y presiónalos con el pie, para tapar las juntas o llagas con turba.
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