El agua, como bien escaso, debe de estar presente de forma muy especial en el diseño del jardín. Creando diferentes espacios para diferentes ecosistemas… obtendremos también diferentes necesidades de riego. La falta de agua no implica el no regar, sino hacer un uso eficiente de la misma.
El riego localizado, segmentar las zonas de jardín según sus niveles de necesidad de agua, regar a horas de menor calor, utilizar agua recogida de lluvia, utilizar especies de menor necesidad hídrica, aplicar mulching o acolchado para evitar una mayor evaporación, combinar zonas con atractivos áridos… son opciones que combinadas entre sí ayudan a ahorrar agua sin prescindir de la belleza de un jardín.
Tú eres en última instancia quién decides si quieres un jardín ecológico respetuoso con el medio ambiente utilizando los productos ecológicos que están en el mercado para conseguirlo y sembrando las especies autóctonas que más se adapten a tu entorno: “Tú decides”.
Anteriores capítulos:
Jardín ecológico: Comunidad de vecinos (2)
Jardín ecológico: entiende y cuida el suelo (1)
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