Esta enfermedad se presenta bajo la forma de manchas negras y redondeadas de pequeño tamaño, aunque pueden crecer hasta el centímetro de diámetro, con los bordes desflecados, provocando que las hojas amarilleen precozmente y caigan al suelo. Cuando esta enfermedad es acusada, puede provocar problemas muy graves, como la defoliación completa del rosal.
Esta enfermedad se difunde muy fácilmente y las partes afectadas quedan muy dañadas. Para prevenirla conviene tratar durante el período primaveral y en otoño con un producto fungicida para tratar que esta y otras enfermedades provocadas por hongos no afecten a nuestros rosales, sin embargo si aparecen estas manchas en nuestras hojas, lo mejor es eliminarlas manualmente todas las hojas dañadas y quemarlas para destruir las esporas de este hongo.
Es importante eliminarlas y quemarlas, ya que de lo contrario, caerán al suelo, donde aguardarán a la primavera siguiente para volver a infectar al rosal al año que viene. Tampoco conviene que una vez quitadas se tiren a la compostera, pues de igual modo el hongo quedará latente entre el compost, por lo que cuando éste se emplee volveremos a difundir el hongo.
Si tu rosal esta infectado ármate de paciencia y elimina una a una las hojas afectadas con las manchas negras, mételas en una bolsa de plástico y elimina las hojas quemándolas para eliminar por completo esta enfermedad, verás como pronto se recupera tu rosal, sacando nuevas hojas y libre de enfermedades.
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Me parece muy interesante
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