Un aceite excelente
De las nueces se extrae un delicioso aceite que se utiliza en ensaladas, repostería y asados. Cuando aún no están maduras se elabora con ellas brou de noix, un licor francés, o se conservan en almíbar o encurtidas. En las cafeterías de algunas regiones del sudoeste de Francia sirven nueces crudas para acompañar vinos turbios jóvenes recién fermentados, ideales para tomar con embutidos y queso.
El nogal crece espontáneo por todo el Sur de Europa hasta el Sur de China, donde las semillas, conocidas en la medicina tradicional como hu tao ren, se prescriben para mejorar la función renal.
También las hojas, la corteza y la cáscara verde del fruto se emplean en medicina por sus propiedades astringentes, expectorantes, laxantes y calmantes. Así, la cáscara se administra en el tratamiento de la diarrea y la anemia, y las hojas, para disolver los cálculos renales. Cabe la posibilidad de que el nogal sirva para combatir el cáncer, así como el asma, la tos y el estreñimiento.
El aceite de nuez suaviza las pieles secas, por lo que forma parte de los numerosos productos cosméticos. En preparados, alivia afecciones cutáneas tales como eccemas, herpes, dolores oculares y problemas menstruales.
Un manjar divino
La especie Juglans regia se cultiva en diversos países desde los tiempos de los romanos. Se conoce también como “bellotas de Júpiter”, y según una antigua leyenda, en cierta ocasión los dioses comieron nueces para cenar. Las hojas y las cáscaras de la nuez se utilizan desde hace siglos en la fabricación de un tinte castaño para el cabello, mencionado por primera vez por Plinio el Viejo.
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Comentarios
Es un fruto verdaderamente muy saludable y purificador.
Cierto, sobre todo para cuidar el corazón y el colesterol.
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